El otro día hablando con mi abuelo me confesó que cuando miraba a mi abuela aún veía a la chica de 15 años en bicicleta y con un vestido negro de la que se enamoró a primera vista. Mi abuela se reía, y le decía que no dijera bobadas, pero entre ellos se respiraba amor. Se notaba en la sonrisa de mi abuelo que lo que decía era verdad.
Me cuesta entender como pueden dos personas, después de más de sesenta años, pueden seguir enamorados. Hoy en día es extraño pensar así, pensamos que hay que “probar” diferentes personas antes de decidir estar con alguien toda la vida, pero mi abuela siempre dice que ella lo único que ha decidido es amar a mi abuelo cada mañana, amar sus virtudes, sus buenos momentos, y sus logros, pero también sus defectos, sus malos días y sus derrotas. Cada mañana lo deciden, y aunque hoy en día pensamos que el amor se acaba, hay personas que consiguen quererse como el primer día toda la vida. ¡Cómo me gustaría a mi poder a amar así!
Nos queda tanto por aprender… Esa es una pequeña cosa que a mi me encanta, sentarme con mis abuelos y aprender de ellos. Que me cuenten su historia de amor, gracias a la que he nacido, y que me asombren con su manera de amar tan sencilla y sincera.
¿Lo mejor de todo esto? Que a ellos esto les hace felices, y a mi también.
Y hablando de esto…
Os recomiendo este video, sencillamente precioso 🙂
http://www.youtube.com/watch?v=9gRWIOVV0aw